La Presidenta ha recibido el apoyo militante de miles y miles de compañeros que militan en las diversas organizaciones de lo que podemos llamar kirchnerismo. Ha sido un acto vibrante y valioso. El lema del mismo era Unidos y Organizados. Una consigna simple a la que la Presidenta se refirió, aunque no con la profundidad deseada y -que creemos- que merece la hora.
En nuestro informe anterior (LA NACIONALIZACION DE YPF ES UN GRAN PASO ADELANTE…NI UN PASO ATRAS) hacíamos hincapié en la necesidad de organizar y hacerlo a través de un programa político.
Refiriéndonos a los gobiernos nacionalistas y sus contradicciones decíamos:
“…Se debe partir de la base que las relaciones de producción, sociales y de poder en la sociedad argentina deben ser cambiadas. Y este cambio implica modificar la relación de fuerzas con quienes tienen el poder.
Tener la mirada en la relación de fuerzas existente (es decir la actual) y relación de fuerzas a producir, indica el camino de la acumulación política.
La acumulación es un trabajo de ahorro de energías, de modo potencial, para ser impulsadas en el momento que la dirección política lo decide. Y dicho potencial es para cambiar las relaciones de poder.
Esta acumulación, es un trabajo de militancia, propaganda, discusión y esfuerzo e inversión en la formación de camadas de cuadros que puedan reproducir la política.
Es decir no se puede acumular de cualquier forma ni con voluntarismo, sino con la solidez y la presencia política que da un programa que es la base de la acumulación.
Y es la base de la acumulación porque dicho programa ENGLOBA los intereses de los sectores sociales que componen el Frente Nacional y los proyecta para una sociedad justa e igualitaria en una Nación libre y soberana. …”
Es importante que todos los militantes del Frente Nacional entendamos cuales son los caminos de organización para profundizar el rumbo y el carácter marcadamente nacional y popular que tiene la nacionalización de YPF.
¿Unidos para qué?
La unión no es un bien en su mismo. Es desde ya una necesidad imperiosa cuando se trata de los sectores populares y su necesidad de aunar esfuerzos.
La unión es una consigna de los militantes del Frente Nacional frente al poderío del enemigo a enfrentar.
Echemos un repaso a nuestra historia.
Nuestro héroe nacional, el general San Martín tuvo algunos puntos de vista encontrados con otro gran patriota latinoamericano: Bolívar. San Martin entendía que el establecimiento de una monarquía constitucional presidida por un rey incaico podía atraer la simpatía de los pueblos indígenas del Alto y bajo Perú.
Bolívar aspiraba a una República con una Presidencia vitalicia.
Pero en el espíritu y la acción de ambos Libertadores estaba la estrecha UNION de las republicas sudamericanas. Una "Nación de Repúblicas" decían, como escudo frente a la inmensa dispersión geográfica. Pero sobre todo frente a la política disgregadora de los Imperios extranjeros europeos: España, Inglaterra, Portugal y Francia.
Esta imagen de la lucha por la unidad entre nuestros pueblos latinoamericanos, debe ser el marco de cualquier proyecto de UNION de los sectores populares.
Si no entendemos que nuestro atraso y debilidad nace de la disgregación de nuestras naciones. Si creemos que existe una Nación uruguaya que puede realizarse sin imbricar sus destinos de una Nación chilena. O si anhelamos una Nación argentina que compita y rivalice con una Nación brasileña, estaremos cerrando los ojos frente a la necesidad de unirnos para liberarnos.
De modo que el primer concepto de la unión de nuestros pueblos debe ser trabajar por y para la Unidad Latinoamericana. Es decir el primer concepto de unión es NACIONAL.
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El segundo concepto de unión debe estar ligado a aspectos culturales e ideologicos. Lo que significa que en el espacio geográfico y cultural de nuestras naciones latinoamericanas los diversos sectores sociales que mantienen una lucha por su identidad y un enfrentamiento objetivo con las fuerzas de disgregación deben enfrentar una fuerza que no se ampara en el poderío militar o económico.
Estas fuerzas de disgregación no son solo factores externos como los gobiernos de EEUU y la Europa occidental rica: Francia, Alemania e Inglaterra.
Estas fuerzas de disgregación tienen su representación en nuestros propios países a través de la cultura colonizada que nace en la educación recibida en nuestras escuelas y universidades públicas o privadas y se continúa a lo largo de la vida en la información recibida desde los medios concentrados.
Ese aspecto, digamos superestructural, abarca a la cultura de amplios sectores de nuestra intelectualidad que transmiten de un modo constante- horadante diríamos- su marco de ideas .
Denominaremos “inteligentzia” a ese sector de las clases cultas, queriendo referirnos con este término, a aquel sector de nuestras clases medias pretencioso ( y nunca mejor utilizada la palabra pretencioso) de generar -en nuestros pensadores, investigadores sociales , docentes, escritores, músicos y artistas en la más variada expresión- una concepción de la vida y de pertenencia que debe pasar por seguir las reglas de las grandes naciones del norte.
Que debe adocenarse entendiendo que el pensamiento propio es naturalmente incompleto, erróneamente intuitivo.
Que solo valen los pensamientos de los pensadores europeos o sajones. Gentilmente pueden extender sus preferencias a ciertas inocua “sabiduría oriental”, pero que sienten vergüenza de las ideas y conclusiones nacidas en nuestras tierras.
Todo lo útil debe importarse y adherirse a la medida del maestro europeo o norteamericano.
Ese patrón cultural impone un freno ideológico a la hora de la acción. Contra ese patrón cultural debe oponerse otro, que con menos armas de difusión debe cubrir una tarea titánica.
Y frente a eso cabe también la UNION. Con todos los pensadores e intelectuales que entienden la cuestión nacional y la necesidad de generar el propio cuerpo de ideas latinoamericano para mirar el mundo y la historia desde nuestro propio lugar.
Como decía ese gran argentino llamado Arturo Jauretche:
“…La ´inteligentzia´, desde el profesor universitario al maestro de escuela, pasando por el grueso de los profesionales, periodistas, artistas, se resintió en su subjetividad de depositario de la ´cultura´ y fabricó una interpretación a la medida de sus aptitudes, de izquierda a derecha, y sin que sus diferencias doctrinarias impidieran la unanimidad del pensamiento…Esta interpretación del hecho por la ´inteligentzia´ común a la izquierda y a la derecha, revela existencia de una plataforma mental que no está dada por las ideologías particulares, sino por presupuestos generales que las unifican en un status de compenetración recíproca y convivencia que se repite cada vez que se encuentra frente al país real”
Ahora bien en el terreno cultural e ideológico nuestra UNION no puede pasar por cuan a la izquierda o la derecha del espacio del viejo parlamento francés nos encontremos.
La UNION se debe manifestar en el trabajo honesto y militante porque el análisis y las categorías utilizadas pasen por entender nuestra historia con sus problemas y complejidades. No puede pasar porque adhiramos a un modelo que transpole realidades y categorías europeas, americanas o asiáticas a nuestros problemas.
Es decir no existe una unión de identidad cultural de izquierdas o nacionalismos revolucionarios sino una unión de aquellos que piensan los problemas de nuestra latinoamericana con las herramientas que la cultura universal y la local han legado, pero usadas para mirar nuestros problemas con nuestros propios ojos.
Es decir el segundo concepto de UNION debe ser CULTURAL e IDEOLOGICO en los sentidos indicados en estos párrafos.
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El tercer concepto, creemos que es el más crítico, porque es el que produce una mayor discriminación entre la fuerzas que componen el frente Nacional.
Este concepto es SOCIAL. Se refiere a que dentro del frente de clases que componen el frente nacional existen contradicciones, a las que por costumbre se las ha llamado secundarias, queriendo con esto diferenciarlas de las primarias que son las que existen contra las fuerzas del imperio americano y europeo-occidental.
Estas contradicciones no son menores, y a medida que la discusión toca la DISTRIBUCION y la RENTA, estas contradicciones afloran.
No nos extenderemos en este Informe político sobre estas contradicciones. Si nos interesa marcar que a nuestro entender encierran un problema que luego es estratégico: Si lo que buscamos es la liberación nacional, con un modelo de capitalismo nacional, basado en la capacidad de una burguesía nacional para producir la adoptaremos un programa.
Si lo que buscamos es la liberación nacional con un modelo de capitalismo de Estado que contemple una economía mixta, donde los principales bienes sociales (Alimentación, Energía, Educación y Comunicación) estén regidos por empresas o cooperativas donde el Estado represente el interés social y determine los patrones de acumulación primaria y distribución de la renta, entonces produciremos otro programa.
Ocultar estas diferencias es trabajar para la derrota futura.
Exacerbarlas en la actualidad, sin las relaciones de fuerza adecuadas es trabajar para la derrota inmediata.
Entonces el tercer concepto de UNION debe ser SOCIAL. Indicando con esto que la apropiación de la renta nacional debe converger a su distribución social mas que a acumularse en determinado sector de la burguesía nacional.
Creemos que sobre este punto se puede aprender suficiente con los intentos de incorporar a los Ezkenazi en REPSOL-YPF.
¿Organizados para qué?
La UNION habla de una mancomunión de intereses, ideas y anhelos.
La UNION es en esencia el concepto.
Pero la organización es la locomotora. La organización es la via que nos ayuda a andar.
Por eso la forma de organizarse no solo depende de nuestro programa de unión. La organización terminara indicando como y para que se llevara adelante ese programa.
La organización debe partir de fórmulas medibles en el tiempo de acumulación.
Una organización que perdura en el tiempo no es en sí una organización exitosa, si no se la mide contra un patrón de acumulación.
Pensemos en organizaciones que parecen vencer al tiempo y que muestran una ductilidad digna de asombro.
El Partido Justicialista , la CGT o la Iglesia Católica, son organizaciones exitosas? Esto midámoslo frente al tiempo de existencia, utilidad y representatividad social.
Midámoslo frente a los enunciados explícitos e implícitos que dichas organizaciones realizan.
Veremos que pese a contener muchas de las ideas y anhelos de millones de argentinos de los sectores populares, no representan un modo de organización que pueda convertir un Frente Nacional ,que es un Movimiento o una Comunidad de intereses, en una Frente Nacional Antiimperialista que es una herramienta de liberación nacional, social y cultural.
Sudestada