La última semana de Mayo y los primeros días de junio volvieron las cacerolas.
El epicentro de la protesta es arquetípico: La Recoleta.
Pero parece que la respuesta del gobierno kirchnerista es mostrar a estos trogloditas solo como unos maleducados, intolerantes o representantes del pasado.
Los clásicos ricos, enojados, a los que poco les gusta la democracia.
Pero la vida es más compleja que la visión pequeño burguesa de “6, 7,8” y la de muchos de los auto-satisfechos ministros kirchneristas.
También más compleja que ciertas plañideras de izquierda que se indignan ante cada contradicción del gobierno.
La naturaleza del problema
Tratemos por un momento de salir de la imagen del señor de campera de cuero o la señora teñida de rubia, a los que imaginariamente – y quizás con poco margen de error - asociaremos con una camioneta 4x4 de 100.000 dólares y costosas propiedades o campos.
Ese es un estereotipo y como tal, puede ser razonablemente descriptivo de algunas personas.
Pero el error de esta visión es que oculta la naturaleza del problema, porque tras la imagen de ciertas personas se esconde el comportamiento social de una clase y el soporte que existe tras de la misma.
Esta clase es la oligarquía que controla la producción agroalimentaria y la tenencia de las tierras para la producción de alimentos en escala y su venta al mercado mundial.
Es de esa clase social de donde han salido los peores y más sanguinarios personajes de la historia nacional:
Bartolomé Mitre, José Alfredo Martínez de Hoz, Blaquier, Tomás de Anchorena, Patrón Costas, Julio Argentino Roca.
Y a su amparo, protección y empuje actores que llevaron adelante sus políticas con la ambición del recién llegado y la crueldad del converso:
Domingo Faustino Sarmiento, Álvaro Alsogaray o Domingo Cavallo.
La oligarquía cuenta con un socio local, que es la burguesía transnacionalizada. Históricamente ligada a la importación y a la especulación financiera legalizada en el negocio bancario tiene intereses en la producción industrial (originalmente en alimentos y ropa).
La burguesía transnacionalizada estuvo siempre acaudillada por industriales de la Capital Federal y alrededores y la oligarquía, maridaje de terratenientes del Litoral, que vendían sus ganados a Inglaterra, con los grandes exportadores e importadores del puerto de la Capital estuvo acaudillada por los terratenientes de la Provincia de Buenos Aires.
La transnacionalización de esta burguesía se verifica en sus negocios: depender casi enteramente de la compra de su producción por multinacionales, los mercados europeos de carnes y granos o bien por tener entre sus grupos accionarios fondos de inversión extranjeros, deudas bancarias con bancos extranjeros, etc.
En ambos grupos, hay intereses ligados fundamentalmente a la tierra e intereses industriales TOTALMENTE CONTRARIOS A LA INDUSTRIALIZACION A ESCALA DEL PAIS: industria pesada, máquinas herramientas, armamentos, desarrollo nuclear, industria del petróleo, desarrollo aeronáutico, investigación para la industria y no para las becas, etc.
Esto explica el atraso y la estructura monopólica de los productores de yerba mate de Misiones, los industriales azucareros, la industria cuyana del vino, la producción algodonera, las industrias molinera y frigorífica, aun cuando estas dos últimas que llenan totalmente el mercado interno, y podrían haberse expandido mediante la ampliación de sus mercados extranjeros.
Por otra parte existe una burguesía media y pequeña cuyas producciones no pudieron competir en los mercados extranjeros y necesitaron para su desarrollo de la ampliación de la industria textil local así como de otras industrias livianas: calzado, grafica, autopartes. Necesitaron y necesitan políticas proteccionistas así como mercado interno para el consumo de su producción.
Los elementos embrionarios de la industria pesada fueron desarrollados del modo más consistente durante los 2 primeros gobiernos de Perón. Esto amplio el marco de negocios de estas burguesías pequeña y media y llevo a la existencia del proletariado más poderoso, activo y mejor pago de Latinoamérica.
La burguesía transnacionalizada y la oligarquía agroexportadora son los enemigos a atender
La oligarquía, por otra parte, no es un fenómeno local. Aun cuando localmente pueda tener características particulares propias de la historia de nuestro país.
La oligarquía latinoamericana es la representación estratificada de los dueños de la tierra de las naciones europeas avanzadas (Inglaterra, Alemania, Francia e Italia), Estados Unidos y Japón previos a las revoluciones nacional burguesas en dichos países.
Llamemos a estos países mencionados Imperio Anglosajón, Asiático y Europeo y, tanto a los fines de la descripción como de la brevedad, será a ellos a quienes nos referiremos como Imperialismo.
Es posible que también quieran ser Imperio naciones como Rusia o China. Esto es parte de la naturaleza humana y la historia de lucha de los humanos entre sí –como clases sociales-para apropiarse de la riqueza.
Pero por ahora ni Rusia, China, ni mucho menos otras naciones emergentes pueden ser tildadas de imperios frente al poder descomunal del Imperio Anglosajón y sus aliados europeos y Asiáticos.
De modo que definimos claramente al bloque de las burguesías transnacionalizada y la oligarquía agroexportadora como el principal enemigo interno de la liberación del pueblo, la emancipación de las clases oprimidas, la modernización de las relaciones económicas y la ampliación de los derechos civiles.
Este bloque tiene una alianza con el Imperialismo en tanto sus intereses no compiten en ningún terreno con el mismo.
Para el Imperialismo mantener naciones en atraso de desarrollo y que las mismas provean (de buenas o malas maneras) de materias primas a su producción económica y militar es el objetivo central.
La Oligarquía es una clase social capitalista pero no burguesa
La clase social de los cacerolazos y promotores de las huelgas patronales del “campo” es esencialmente la oligarquía. Poco importa si algunos de quienes acompañaban esa protesta eran “vecinos” de Belgrano, Recoleta o Palermo.
Mañana pueden ser de Junín, Leones o Rafaela.
Más allá de los actores de esa farsa, la posición política la marco la oligarquía.
La oligarquía es una clase social estratificada queriendo representar con esto que es una clase social que se apoya en los poderes mundiales actuales -que derrotaran hace dos siglos al feudalismo- pero que en nuestras naciones representan un comportamiento más propio de las clases feudales que del comportamiento de la burguesía capitalista.
Decimos estratificada en el sentido de que estas clases oligárquicas latinoamericanas basan su poder en evitar el desarrollo del capitalismo en términos de producción industrial, investigación, sociedades de consumo y mayores derechos. Basan su riqueza en la mono producción y odian la industrialización y algunas de sus consecuencias: los obreros y los sindicatos.
La existencia y soporte de estas clases oligárquicas están basados no solo en las relaciones económicas en nuestros países sino en la existencia del Imperio.
Para eso es importante entender que la estrategia del Imperio es que cada nación latinoamericana:
• Sea productora de bienes básicos (alimentos, petróleo, oro, cobre, estaño, soja, café, etc.)
• A través de sus Fuerzas Armadas sea consumidora de los armamentos que produce el Imperio.
• A través del poder de compra de nuestros Estados ser consumidores de servicios de consultoría para obras de infraestructura (los famosos “prestamos” del Banco Mundial por caso), o de elementos de producción complejos desde turbinas, a aviones o software.
• A través de las necesidades básicas de nuestros pueblos proveer de materiales y máquinas para el desarrollo de dichas obras. Sobre todo lo que implique el pago de patentes ya que, a diferencia de la candorosa visión sarmientina de nuestra clase media, el conocimiento es dinero y es poder y no solo cultura.
Observemos que estos objetivo son concomitantes con los del imperialismo norteamericano y europeo .Es por eso que las clases oligárquicas son las aliadas estratégicas del imperialismo norteamericano y europeo, en tanto estos imperios necesitan ESENCIALMENTE de la materia prima y del retén de las economías latinoamericanas para la colocación de sus productos, evitando de ese modo a aparición de nuevas sociedades industrializadas y modernas.
De todos modos el aspecto central del saqueo son las riquezas comprobables que la naturaleza depositó en nuestras tierras.
Por eso ahora el interés es también:
- Por los mares oceánicos parte de nuestras millas marítimas y su producción ictícola y ya no solo por la necesidad de navegación
- Por nuestras selvas y su diversidad biológica y ya no solo por su forestación
- Por nuestras enormes extensiones no habitadas lo que presentaría solución a la superpoblación de ciertas naciones (Japón, Israel, algunas naciones europeas)
- Es decir el eventual crecimiento de un mercado interno de cada país de Latinoamérica no es un objetivo del imperio, sino el control de sus riquezas y sus tierras.
El monstruo detrás de las cacerolas
Para quienes escribimos esto, militantes de los 70, las cacerolas y su sonido hueco, pesado, vacío de alegría y sonoridad traen a la mente el golpe pinochetista contra el gobierno popular de Salvador Allende.
Para los más jóvenes traerá a la memoria la lucha por la 125.
No hay que confundirse mirando con soberbia “demócrata” el accionar de estas bestias.
La discusión política de las estrategias de control de tierras, seguridad alimentaria de nuestro pueblo y estrategias para la producción de alimentos aparecen claramente a la orden del día.
Estas son las enseñanzas inmediatas de la pelea por la 125.
Como vemos es una pelea que enlaza con luchas anteriores.
Responder a esas luchas no es una opción.
Es un mandato.
Hagámonos cargo de ese mandato movilizándonos y discutiendo políticas activas de seguridad alimentaria y de verdadera inclusión de todos nuestros compatriotas.
Discusión sobre la propiedad de las bases agroalimentarias:
- de la tierra de los grandes terratenientes de Carbap y la Sociedad Rural
- de la actividad de alquiler de tierras, compra de las mismas y producción en escala de granos de los grupos de pools sojeros
- de la comercialización de granos por Nidera, Cargill, Bunge y otros
Discusión sobre las políticas para millones de argentinos todavía excluidos:
- de los modos de inclusión a partir de alimentación asegurada asegurando la distribución de alimentos con precios realmente controlados por organizaciones del Estado y los propios beneficiarios.
-de cambios radicales en las políticas de tierras para viviendas. Del mismo modo que se defienden “santuarios naturales”, deben establecerse zonas del país donde el objetivo es la vivienda de los argentinos y planificar y actuar en consecuencia.
- del armado de cooperativas y otros modos de organización activa para la resolución de los problemas de trabajo de los desocupados, los desprotegidos y los marginales.
A las consignas de la hora UNIDOS Y ORGANIZADOS, sumamos la de la MOVILIZACIÓN como garantía de la continuidad de las luchas populares y el enriquecimiento de la experiencia y formación política de la militancia y el pueblo.
Como expresamos en el informe político Nº 3 "El acto en VELEZ y la necesidad de la Unión y Organización del pueblo":
¿Unidos para qué?
La unión no es un bien en su mismo. Es desde ya una necesidad imperiosa cuando se trata de los sectores populares y su necesidad de aunar esfuerzos.
La unión es una consigna de los militantes del Frente Nacional frente al poderío del enemigo a enfrentar.
Echemos un repaso a nuestra historia.
Nuestro héroe nacional, el general San Martín tuvo algunos puntos de vista encontrados con otro gran patriota latinoamericano: Bolívar. San Martin entendía que el establecimiento de una monarquía constitucional presidida por un rey incaico podía atraer la simpatía de los pueblos indígenas del Alto y bajo Perú.
Bolívar aspiraba a una República con una Presidencia vitalicia.
Pero en el espíritu y la acción de ambos Libertadores estaba la estrecha UNION de las republicas sudamericanas. Una "Nación de Repúblicas" decían, como escudo frente a la inmensa dispersión geográfica. Pero sobre todo frente a la política disgregadora de los Imperios extranjeros europeos: España, Inglaterra, Portugal y Francia.
Esta imagen de la lucha por la unidad entre nuestros pueblos latinoamericanos, debe ser el marco de cualquier proyecto de UNION de los sectores populares.
Si no entendemos que nuestro atraso y debilidad nace de la disgregación de nuestras naciones. Si creemos que existe una Nación uruguaya que puede realizarse sin imbricar sus destinos de una Nación chilena. O si anhelamos una Nación argentina que compita y rivalice con una Nación brasileña, estaremos cerrando los ojos frente a la necesidad de unirnos para liberarnos.
De modo que el primer concepto de la unión de nuestros pueblos debe ser trabajar por y para la Unidad Latinoamericana. Es decir el primer concepto de unión es NACIONAL.
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El segundo concepto de unión debe estar ligado a aspectos culturales e ideologicos. Lo que significa que en el espacio geográfico y cultural de nuestras naciones latinoamericanas los diversos sectores sociales que mantienen una lucha por su identidad y un enfrentamiento objetivo con las fuerzas de disgregación deben enfrentar una fuerza que no se ampara en el poderío militar o económico.
Estas fuerzas de disgregación no son solo factores externos como los gobiernos de EEUU y la Europa occidental rica: Francia, Alemania e Inglaterra.
Estas fuerzas de disgregación tienen su representación en nuestros propios países a través de la cultura colonizada que nace en la educación recibida en nuestras escuelas y universidades públicas o privadas y se continúa a lo largo de la vida en la información recibida desde los medios concentrados.
Ese aspecto, digamos superestructural, abarca a la cultura de amplios sectores de nuestra intelectualidad que transmiten de un modo constante- horadante diríamos- su marco de ideas .
Denominaremos “inteligentzia” a ese sector de las clases cultas, queriendo referirnos con este término, a aquel sector de nuestras clases medias pretencioso ( y nunca mejor utilizada la palabra pretencioso) de generar -en nuestros pensadores, investigadores sociales , docentes, escritores, músicos y artistas en la más variada expresión- una concepción de la vida y de pertenencia que debe pasar por seguir las reglas de las grandes naciones del norte.
Que debe adocenarse entendiendo que el pensamiento propio es naturalmente incompleto, erróneamente intuitivo.
Que solo valen los pensamientos de los pensadores europeos o sajones. Gentilmente pueden extender sus preferencias a ciertas inocua “sabiduría oriental”, pero que sienten vergüenza de las ideas y conclusiones nacidas en nuestras tierras.
Todo lo útil debe importarse y adherirse a la medida del maestro europeo o norteamericano.
Ese patrón cultural impone un freno ideológico a la hora de la acción. Contra ese patrón cultural debe oponerse otro, que con menos armas de difusión debe cubrir una tarea titánica.
Y frente a eso cabe también la UNION. Con todos los pensadores e intelectuales que entienden la cuestión nacional y la necesidad de generar el propio cuerpo de ideas latinoamericano para mirar el mundo y la historia desde nuestro propio lugar.
Como decía ese gran argentino llamado Arturo Jauretche:
“…La ´inteligentzia´, desde el profesor universitario al maestro de escuela, pasando por el grueso de los profesionales, periodistas, artistas, se resintió en su subjetividad de depositario de la ´cultura´ y fabricó una interpretación a la medida de sus aptitudes, de izquierda a derecha, y sin que sus diferencias doctrinarias impidieran la unanimidad del pensamiento…Esta interpretación del hecho por la ´inteligentzia´ común a la izquierda y a la derecha, revela existencia de una plataforma mental que no está dada por las ideologías particulares, sino por presupuestos generales que las unifican en un status de compenetración recíproca y convivencia que se repite cada vez que se encuentra frente al país real”
Ahora bien en el terreno cultural e ideológico nuestra UNION no puede pasar por cuan a la izquierda o la derecha del espacio del viejo parlamento francés nos encontremos.
La UNION se debe manifestar en el trabajo honesto y militante porque el análisis y las categorías utilizadas pasen por entender nuestra historia con sus problemas y complejidades. No puede pasar porque adhiramos a un modelo que transpole realidades y categorías europeas, americanas o asiáticas a nuestros problemas.
Es decir no existe una unión de identidad cultural de izquierdas o nacionalismos revolucionarios sino una unión de aquellos que piensan los problemas de nuestra latinoamericana con las herramientas que la cultura universal y la local han legado, pero usadas para mirar nuestros problemas con nuestros propios ojos.
Es decir el segundo concepto de UNION debe ser CULTURAL e IDEOLOGICO en los sentidos indicados en estos párrafos.
El tercer concepto, creemos que es el más crítico, porque es el que produce una mayor discriminación entre la fuerzas que componen el frente Nacional.
Este concepto es SOCIAL. Se refiere a que dentro del frente de clases que componen el frente nacional existen contradicciones, a las que por costumbre se las ha llamado secundarias, queriendo con esto diferenciarlas de las primarias que son las que existen contra las fuerzas del imperio americano y europeo-occidental.
Estas contradicciones no son menores, y a medida que la discusión toca la DISTRIBUCION y la RENTA, estas contradicciones afloran.
No nos extenderemos en este Informe político sobre estas contradicciones. Si nos interesa marcar que a nuestro entender encierran un problema que luego es estratégico: Si lo que buscamos es la liberación nacional, con un modelo de capitalismo nacional, basado en la capacidad de una burguesía nacional para producir la adoptaremos un programa.
Si lo que buscamos es la liberación nacional con un modelo de capitalismo de Estado que contemple una economía mixta, donde los principales bienes sociales (Alimentación, Energía, Educación y Comunicación) estén regidos por empresas o cooperativas donde el Estado represente el interés social y determine los patrones de acumulación primaria y distribución de la renta, entonces produciremos otro programa.
Ocultar estas diferencias es trabajar para la derrota futura.
Exacerbarlas en la actualidad, sin las relaciones de fuerza adecuadas es trabajar para la derrota inmediata.
Entonces el tercer concepto de UNION debe ser SOCIAL. Indicando con esto que la apropiación de la renta nacional debe converger a su distribución social mas que a acumularse en determinado sector de la burguesía nacional.
¿Organizados para qué?
La UNION habla de una mancomunión de intereses, ideas y anhelos.
La UNION es en esencia el concepto.
Pero la organización es la locomotora. La organización es la via que nos ayuda a andar.
Por eso la forma de organizarse no solo depende de nuestro programa de unión. La organización terminara indicando como y para que se llevara adelante ese programa.
La organización debe partir de fórmulas medibles en el tiempo de acumulación.
Una organización que perdura en el tiempo no es en sí una organización exitosa, si no se la mide contra un patrón de acumulación.
Pensemos en organizaciones que parecen vencer al tiempo y que muestran una ductilidad digna de asombro.
El Partido Justicialista , la CGT o la Iglesia Católica, son organizaciones exitosas? Esto midámoslo frente al tiempo de existencia, utilidad y representatividad social.
Midámoslo frente a los enunciados explícitos e implícitos que dichas organizaciones realizan.
Veremos que pese a contener muchas de las ideas y anhelos de millones de argentinos de los sectores populares, no representan un modo de organización que pueda convertir un Frente Nacional ,que es un Movimiento o una Comunidad de intereses, en una Frente Nacional Antiimperialista que es una herramienta de liberación nacional, social y cultural.
Sudestada (Junio de 2012)