jueves, 19 de abril de 2012

LA NACIONALIZACION DE YPF ES UN PASO ADELANTE… NI UN SOLO PASO ATRAS

La Presidenta Cristina Fernández ha anunciado la expropiación de las acciones que la empresa española REPSOL posee sobre la empresa argentina YPF.

por: Grupo Sudestada

Asimismo ha anunciado en el proyecto de ley enviado al Congreso para su aprobación que propone declarar de interés público nacional el autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos.
Lo que significa que el Estado Argentino podrá recuperar el control de la producción de hidrocarburos, así como las políticas de exploración, las inversiones y plazos que las mismas necesiten.

En nuestro informe anterior (LA REALIDAD EMERGE DE LA TIERRA) decíamos:

“…La información pública por parte de la Presidenta sobre el volumen de combustible importado el año anterior, que pone en claro los límites y riesgos de seguir con la política petrolera actual…”
“…vemos el error de mantener la concepción sobre enemigos y tareas políticas, expresada en algunos de los discurso de la Presidenta pero sobre todo en la elección de algunos de los principales ejecutores que el gobierno ha puesto a cargo.
Ninguno de estos hechos se engarza con el enfrentamiento clásico con el Grupo Clarín y la oposición liberal entreguista…”
“…Ninguno estaba en la mente de la conducción política de este proceso ya que el enunciado sintonía fina no los puede englobar."

Tampoco estaba en el supuesto “giro a la derecha” que los ahora exegetas de Kirchner endilgan al gobierno de Cristina.

Los ejemplos que emergen nos indican que no se trata de corregir subsidios mal dirigidos sino de políticas que deben cambiarse de cuajo.

Tal como este gobierno de Cristina ha hecho exitosamente con los fondos de las AFJP y, aun con limitaciones, con su política de retenciones a las importaciones de commodities o haciendo valer las posiciones como accionista del Estado en el grupo Techint y otros…”
Creemos que este es un gran paso dado por el gobierno kirchnerista -que debe recibir el apoyo pleno y militante de todo argentino de bien- y que no admite análisis voluntaristas en términos de buenos y malos.

La naturaleza social del kirchnerismo y el programa del frente

La naturaleza social del gobierno y la política que lleva adelante constituyen dos aspectos que debemos considerar en el momento de adoptar una posición de apoyo, de apoyo crítico o de confrontación.

El gobierno fue ungido por el conjunto de clases y sectores que conforman el campo nacional y son la base social del Frente Nacional: obreros industriales, pequeños empresarios, clase media rural, estudiantes, comerciantes, docentes, clase media sindicalizada (bancarios, estatales, etc.)

Cabe preguntar si considerando la esencia de los intereses de ese campo social de apoyo popular y la naturaleza social del gobierno, este último, marchó desde el momento de iniciar la nueva etapa en la dirección señalada.

La pregunta sobre el apoyo popular es necesaria porque los sectores sociales que conforman al campo nacional son la base social sobre la que debe consolidarse y realizarse el Frente Nacional Antiimperialista.

La mención a la naturaleza social del gobierno es necesaria porque las tareas presentes y necesarias en la lucha del campo nacional implican varias que exceden lo propuesto por el kirchnerismo.

Sin embargo en el marco de un proyecto de capitalismo nacional, lo que podríamos llamar nacionalismo burgués, se produce un enfrentamiento objetivo y una debilidad intrínseca para desterrar el modelo de la burguesía transnacionalizada y la agroexportadora.

Y para ello debe apelar en varios casos a medidas audaces, en línea con las tareas del Frente Nacional, así como enfrentar a los enemigos REALES del Frente Nacional.

Y aun aquellas que pueden ser analizadas o clasificadas como tibias o insuficientes, abren un abanico de debate y movilización que enriquecen la siempre necesaria discusión política.
Entendemos que sin estos elementos básicos para el análisis, cualquier intento de crítica o apoyo de los sectores nacionales, populares y de izquierda al gobierno kirchnerista, no será más que ultra izquierdismo o seguidismo según el caso.

Ahora bien si esa naturaleza social pequeño burguesa nacionalista, no es tenida en cuenta, se termina invariablemente, haciendo críticas al gobierno por tareas que no asume.
Como si su compromiso real con las tareas presentes estuviese centrado en la realización de un programa antiimperialista y no en el programa de nacionalismo burgués que efectivamente esta propuesto llevar adelante.


La crítica como principio del accionar político

Hay grupos de la militancia de izquierda que han adoptado como principio de su accionar político una especie de accionar crítico basado en la mecánica permanente de la comparación de los hechos reales de la política con su modelo platónico. En este sentido cabe diferenciar esta actitud crítica, de una correcta y deseable actitud crítica de pensamiento, en tanto vehículo para replantearse la realidad y los compromisos presentes.

Ese accionar crítico vano al que nos referimos ni siquiera reviste el carácter de confrontación, en tanto una confrontación se da entre oponentes. Es decir fuerzas medianamente calibradas que se oponen.

Esta crítica nefasta que no aporta, parte de asumir que lo que no se hace es una manifestación de cobardía. Que lo que se hace es una demostración de que no les queda otra…y así con todo.

No hay un solo elemento de ese patrón, que se base en hechos objetivos y en elementos razonablemente certeros de análisis.

Hace ya casi setenta y cinco años, el líder de la Revolución Mexicana, Lázaro Cárdenas decidió luego de la nacionalización del petróleo mexicano, pagar una indemnización a los expropiados.

Los obreros mexicanos mantenían una dura disputa con las patronales extranjeras desde hacía casi 3 años.

Su lucha era inflexible e inteligente. Usaban la huelga pero también los planteos legales.

Esto llevo a las patronales extranjeras a tener que sostener una estrategia judicial que al serles adversas optaron por desconocer.
 
Generaron entonces una situación de rebeldía que termino de convencer al Presidente Cárdenas que solo sacando del medio a estos sátrapas imperialistas, los planes de nacionalismo económico de su gobierno podrían ser llevados a cabo.

Sin embargo- en la negociación - Cárdenas decidió indemnizar o debió ceder a indemnizar a los expropiados, lo que desato la furia de los Altamira y Mario Cafiero mexicanos siempre prestos a gastar su energía contra quienes no deben.

El ataque, sino la ira de grupos de izquierda considerados a sí mismos revolucionarios, no dudaron en atacar y combatir al régimen de Cárdenas por considerarlo un burgués traidor.

De ese modo igual que el imperio yanqui, estos izquierdistas concentraron sus energías de ataque en el régimen de Lázaro Cárdenas que en su programa de nacionalismo económico necesitaba del apoyo de las masas populares y se enfrentaba con los intereses del imperio y las oligarquías mexicanas.

El ejemplo mencionado se encuentra, en nuestra América Latina, en cantidades mayores a las que la inteligencia humana gustaría admitir.

En nuestra América Latina, el capital extranjero juega un rol fundamental aliado con la burguesía local.

Según los grados de industrialización de cada nación, las burguesías podrán tener mayor o menor participación e independencia en la industria, servicios, servicios públicos, asociaciones con el Estado, medios de comunicación, producción agrícola y tenencia de la tierra.

Pero esas burguesías nacionales son débiles para llevar un programa natural de soberanía económica e industrialización, AUN como la que propone la cultura e ideología del capitalismo.

Son incapaces de consolidar el Estado Nacional frente a la agresión económica, cultural y -desde ya- bélica de las potencias imperialistas.

Esto significa que la posibilidad de industrialización, educación, accesos a la tecnológica y mejoras en las condiciones de vida de la población solo puedan desarrollarse a través de un fortalecimiento del Estado, naturalmente repudiado u subvaluado por la ideología aceptada y adquirida por las burguesías locales.

Y eso obliga a aquellos gobiernos honestamente nacionalistas a convertirse en representantes de una amplia gama de intereses populares para que ese enorme frente brinde reales posibilidades de combate o al menos sustentación a un gobierno que de otro modo nacería inmensamente débil.

En nuestro país los gobiernos de Yrigoyen y Perón son un ejemplo de la historia que, debería ya entenderse, por parte de amplios sectores de izquierda.

Los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernandez han ido y van en la misma dirección de nacionalismo económico y soberanía política y cultural.

Esto hace de estos gobiernos un sujeto montado en la siguiente contradicción:
Incluir los reclamos de los sectores populares y dar mayor poder y derechos a los trabajadores organizados y por otro mantener un modelo de propiedad y negocios esencialmente capitalista.

La tarea de un revolucionario honesto, de un luchador social o de un militante de la causa nacional no es andar señalando con el dedo como una señorita asustadiza los errores o las falencias reales o supuestas del gobierno kirchnerista.

La tarea es organizar y acompañar la experiencia abierta en 2003 con el grado de independencia que marquen los siguientes factores objetivos:

A) Capacidad de organización y estructura militante
B) Capacidad de movilización
C) Apoyo político de los sectores populares, esencialmente el de los sindicatos industriales y clase media sindicalizada.

Sin una evaluación acertada de los factores mencionados más que independencia del proyecto kirchnerista lo que ese estará promoviendo es un aislamiento de la experiencia del pueblo en su lucha diaria y continua por su bienestar y emancipación.

Existe en los hechos un frente de clases que actuara de manera más o menos organizada según el grado de formación política y de organización de quienes dirigen.

Las discusiones abiertas en la etapa kirchnerista han permitido a amplios sectores de la población volver a discutir política y a contrastar su propia experiencia contra la propaganda diaria que a través de los medios y el sistema colonizado de enseñanza se hace llegar a las capas medias, medio-bajas y obreras.

Sin estas discusiones, así como el grado actual de organización sindical y de ampliación de derechos populares, los sectores y clases que componen el Frente Nacional solo estarían dispersos o a la defensiva tal como lo estuvieron desde mediados de los ‘70 hasta el 2003.

Transformar ese Frente Nacional factico en un Frente Nacional Antiimperialista implica toda una etapa que es el camino que va desde la necesidad a la conciencia de la necesidad.

Y asumir que el Frente Nacional Antiimperialista es todavía una construcción débil- en tanto no existe un programa ofensivo contra la burguesía transnacionalizada y agroexportadora- implica trabajar para consolidarla ANTES QUE DISCUTIR sobre cómo conducirlo.
Tarea que solo será posible y valida solo si esta imbuida de la voluntad democrática del pueblo.

Querer inventar o proponer fórmulas que no nazcan de la experiencia Y EXPRESION SOBERANA del pueblo es de un aventurerismo descalificador para quienes lo proponen.

Y la prueba palmaria de esto emana de los programas históricos de clase obrera argentina: Huerta Grande La Falda y CGT de los Argentinos, programas donde clara y palmariamente se acentúa la necesidad de la concreción de las tareas de la Revolución Nacional pendiente.

La izquierda marxista como en Venezuela, tiene un papel importante a desempeñar en la liberación nacional y social y debe emprender el camino correcto y grande para este propósito.

Que desde luego no es el camino del purismo platónico, del cual no emana ni una gota de materialismo dialectico.
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El gobierno kirchnerista con su proyecto desarrollista para industrializar el país debe enfrentar los intereses del bloque dominante: La burguesía transnacionalizada y el bloque agroexportador.

Para eso debe llevar adelante tareas que implican:

1) Avances democráticos laborales, sociales, de derechos de género y de familia.

2) Avances nacionales en la recuperación de activos estratégicos del Estado Argentino.

3) Asociación con los gobiernos populares de Latino América para desarrollar políticas de integración y soberanía

En su tarea de llevar adelante el programa mencionado, se ha apoyado en la enorme mayoría de los sectores que componen el Frente Nacional quienes sin dudarlo han acompañado y acompañan al gobierno kirchnerista. En tanto ESTE GOBIERNO presenta para estos sectores sociales la esperanza de atención a varios de sus necesidades y reclamos.

Desde la visión de la militancia nacional, popular y revolucionaria no es justo que el Kirchnerismo amén de tener que defenderse constantemente de los embates de la burguesía transnacionalizada y el bloque agroexportador, tenga que hacerlo también de aquellos que naturalmente son parte de esta pelea.

Marchar separados si es preciso, golpear juntos y lavar la ropa sucia en la discusión política constructiva y esclarecedora

El seguidismo como principio

Existe una discusión sin fin sobre cuáles son los tiempos para tomar determinadas medidas políticas.

El ex presidente Kirchner conto públicamente que su elección de Redrado al frente del Banco Central fue un balance entre las tareas que llevaba adelante (renegociación con quita de la deuda externa) y la necesidad de mantener cierto balance con el establishment.
Enfrentarse y negociar con el poder no es un tema de bravatas. Es una cuestión de convicción y relaciones de fuerza.

Si asumimos que la convicción es un valor de la conducción kirchnerista, esencialmente de la Presidenta Cristina, entonces el punto son las relaciones de fuerza.
Y es allí donde se debe entender que los cambios en las relaciones de fuerza requieren de determinadas estrategias de acumulación.

Se debe partir de la base que las relaciones de producción, sociales y de poder en la sociedad argentina deben ser cambiadas. Y este cambio implica modificar la relación de fuerzas con quienes tienen el poder.

Tener la mirada en la relación de fuerzas existente (es decir la actual) y relación de fuerzas a producir, indica el camino de la acumulación política.

La acumulación es un trabajo de ahorro de energías, de modo potencial, para ser impulsadas en el momento que la dirección política lo decide. Y dicho potencial es para cambiar las relaciones de poder.

Esta acumulación, es un trabajo de militancia, propaganda, discusión y esfuerzo e inversión en la formación de camadas de cuadros que puedan reproducir la política.

Es decir no se puede acumular de cualquier forma ni con voluntarismo, sino con la solidez y la presencia política que da un programa que es la base de la acumulación.

Y es la base de la acumulación porque dicho programa ENGLOBA los intereses de los sectores sociales que componen el Frente Nacional y los proyecta para una sociedad justa e igualitaria en una Nación libre y soberana.

Por ello, la militancia en el campo nacional y popular, la militancia de izquierda y los que creen firmemente en la necesidad de un Frente Nacional Antiimperialista no pueden basar su apoyo en el aplauso o la aceptación de lo que decida una conducción, sin discusión política basada en el mencionado programa.

Si la discusión política se da como fundante, es decir solo para justificar o fundamentar las decisiones tomadas por la dirección, entonces cualquier estrategia de acumulación será débil.

Y esto es así, ya que las acciones que se tomen en torno a esa política no serán discutidas y analizadas conforme al programa y sus ideas conductoras sino por circunstanciales necesidades y sus técnicas ad hoc: el “tiempismo” y el “posibilismo”.

La endeblez de los sicarios del imperio

Mao Tse Tung utilizo alguna vez una imagen: El imperialismo americano es un tigre de papel
Digamos que puede sonar demasiado osada a la luz de las relaciones de fuerza existentes a más de cincuenta años de dicha la frase.

Pero es siempre necesario valuar correctamente la fortaleza del adversario y en nuestro caso pensar que los poderosos tigres, a veces se comportan como una fachada.

Aparecen ya desde el campo nacional, ciertos temores fundados en el pánico que buscara propagar la derecha económica y la derecha política sobre castigos, juicios y otras linduras.
Frente a eso hay que rescatar críticamente la experiencia reciente.

Existe la experiencia de la negociación con quita de la deuda, los litigios en el CIADI y la estatización de los fondos de los trabajadores (AFJP) como ejemplos de todos los males que la ideología dominante neoliberal y sus acompañantes demócratas e izquierdistas a la violeta, nos presagiaba.

Y allí estamos. Ninguna tarea es sencilla, pero el temple y la voluntad son el paso necesario imprescindible para llevar a cabo las tareas más arriesgadas y necesarias.
Al ver las bravatas de los nuevos ricos españoles, uno se da cuenta que son apenas unos gatitos, no ya tigres.

Y el principal error en este caso ha sido de ellos. Nunca evaluaron fríamente la verdadera relación de fuerzas, al punto que Bruffau (CIO de REPSOL) en su propuesta de cómo lograr el crecimiento de la producción, indicaba que…REPSOL YPF no disponía de los fondos para llevarlas adelante. Y con el desparpajo del que se considera intocable proponía que el Estado argentino y las provincias “colaborasen” o bien otros inversores - que la compañía ya había contactado- operasen las áreas que le habían sido concedidas a REPSOL precisamente para eso: invertir y operar.

Ofrecía a cambio algo que ni siquiera le pertenecía ni sobre lo que tenía un control efectivo.
Sin embargo todo eso no fue evaluado por los “sabios” del mercado y la geopolítica europea, sino claramente ignorado creyendo estar en una situación de fuerzas muy superior a la que realmente contaban.

Y ahora hacen ruidos, queriendo emitir rugidos, pero son gatitos.

De modo que solo maúllan.

Sin soberbia ni ceguera, pero no debemos temerles.

Las tareas por delante son muchas y habrá que encararlas con entusiasmo.

La nacionalización de YPF es un gran paso adelante…NI UN SOLO PASO ATRÁS.

Sudestada

martes, 27 de marzo de 2012

LA REALIDAD EMERGE DE LA TIERRA

Como una ráfaga, que marca la complejidad de la vida y el poco tiempo que se puede tomar para disfrutar el sentimiento de una tarea cumplida, se han sucedido en nuestro país tres hechos que a nuestro entender marcan la época entrante:

por: Grupo Sudestada

A) La información pública por parte de la Presidenta sobre el volumen de combustible importado el año anterior, que pone en claro los limites y riesgos de seguir con la política petrolera actual.

B) Las manifestaciones en contra de la mega minería a cielo abierto que desnuda un modelo extractivo similar al que 500 años atrás genero la explotación europea.


C) La tragedia de Once en el tren Sarmiento, explotado comercialmente según el modelo concesionado por el menemismo y jamás corregido, sino subsidiado por el gobierno.

En los tres casos vemos el error de mantener la concepción sobre enemigos y tareas políticas, expresada en algunos de los discurso de la Presidenta pero sobre todo en la elección de algunos de los principales ejecutores que el gobierno ha puesto a cargo.

Ninguno de estos hechos se engarza con el enfrentamiento clásico con el Grupo Clarín y la oposición liberal entreguista.

Ninguno estaba en la mente de la conducción política de este proceso ya que el enunciado sintonía fina no los puede englobar.

Tampoco estaba en el supuesto “giro a la derecha” que los ahora exegetas de Kirchner endilgan al gobierno de Cristina.

Los ejemplos que emergen nos indican que no se trata de corregir subsidios mal dirigidos sino de políticas que deben cambiarse de cuajo.

Tal como este gobierno de Cristina ha hecho exitosamente con los fondos de las AFJP y, aun con limitaciones, con su política de retenciones a las importaciones de commodities o haciendo valer las posiciones como accionista del Estado en el grupo Techint y otros.

Cualquiera de los puntos recién mencionados, así como la discusión de la ley de medios, la Asignación Universal por Hijo y ESENCIALMENTE las paritarias de los trabajadores organizados, han significado discutir la RENTA NACIONAL y su DISTRIBUCION.

Y si bien como concepto no se ha profundizado- cada una de estas políticas y las peleas subsecuentes han dejado en claro que- discutir la distribución implica siempre discutir la propiedad.

Los tres hechos que mencionamos al inicio, se encadenan en las limitaciones de una línea de pensamiento que debemos repensar y redefinir si deseamos prevenir futuras derrotas.
Esta línea de pensamiento es la que define el modelo de acumulación planteado por el gobierno popular kirchnerista y se basa en:

- La primacía del Estado para resolver conflictos de distribución.

- El control del mismo para fijar un comportamiento capitalista innovador y de re-inversión contra uno especulativo.[Ver ]

-La mecánica de redistribución basada en un control eficiente de los impuestos (sin cambiar las reglas impositivas ya vigentes).

-El mantenimiento de todo el modelo de concesiones, privatizaciones y extranjerización de la economía heredado de la secuela de años de derrotas populares.

- Nacido del punto anterior la aceptación del modelo jurídico de los 90 incluidos puntos de la propia reforma de 1994.

La discusión que se debe abrir, para tomar la forma de acción a través de una organización política, es sobre los límites prácticos que representa la concepción enunciada anteriormente.

Esta discusión no puede estar basada en la visión del pensamiento clásico de izquierda en nuestro país.

Esta escuela de pensamiento, está imbuida de una concepción que se no enraíza en las tradiciones populares y nacionales y por lo tanto su tendencia es “girar en el aire”.

Es decir llevar los temas a un extremo de pensamiento donde lo que sucede es la inacción política, aun cuando exista activismo.

O, en el peor de los casos, la acción que favorece al enemigo principal.

Cabe entonces plantear la discusión en un terreno que vaya más allá del clásico “Nacional y Popular”. Ese paso es el que debe llevar a la conformación del Frente Nacional Antiimperialista.

LOS LÍMITES DE LA DISCUSION

Ninguna discusión vale la pena si no pensamos que con ella cambiamos la realidad en el sentido pensado.

La descalificación de los limites de acción del gobierno kirchnerista del socialismo “infantil” basado en "lo que creemos que debería hacer" se demuestra como una tautología:

Como lo QUE NO HACE es siempre más importante que lo QUE HACE nada será reconocido como nacional, popular y latinoamericanista. De modo que siempre se llega a una conclusión que no aporta absolutamente nada.

Por otro lado la descalificación por "lo que no se atreve a hacer" se basa en una incorrecta interpretación de las tareas propias de un proceso de liberación. De modo que se considera “una distracción de los objetivos” que los sectores populares apoyen a este gobierno.

Ahora bien, una discusión tiene límites, no porque necesariamente haya servilismo o temor.

A nuestro entender por la propia definición que nos planteamos al principio de este ítem.

Si nos proponemos cambiar la realidad la discusión debe estar enfocada a puntos de logro y no a disquisiciones o distracciones que son juegos intelectuales.

Existe en la visión militante de izquierda, sea esta nacional o proletaria [ ], que apunta la critica a lo que se asume como faltante en el kirchnerismo, centrándolo como si esto fuese una traición a algún tipo de programa político.

Nuestra crítica a dicha posición, no está en que se marquen falencias al kirchnerismo sobre su visión elemental de la construcción política.

La critica a estos sectores está en que no se hacen cargo de la insignificancia de su presencia en la discusión política.

Ya que la honestidad militante debe ser esta: Si lo que sostengo es tan poco escuchado:

¿Por qué sucede esto?

De modo que centraremos nuestra discusión pensando que las tareas actuales del Frente Nacional se dan, de hecho, con el kirchnerismo conduciendo al mismo, como años atrás lo hizo el General Perón.

Pero remarcando claramente que dicha conducción no ha mostrado tener en sus 9 años de gestión un programa, no ya que rebase los límites del capitalismo, sino siquiera que tenga la fuerza suficiente para derrotar el programa reaccionario de las patronales agrarias sin caer en acuerdos con la burguesía industrial transnacionalizada.

Discutir la conducción sin tener fuerza o entidad es hoy mera bravuconería. Ayer- más de 35 años atrás- discutirla significo el inicio de la peor derrota.

Pero es de una cobardía insalvable no discutir las diferencias y marcar las causas de los errores presentes. Cruel madre de las derrotas futuras.

A nuestro entender los límites de la concepción del kirchnerismo sobre las tareas nacionales no nacen esencialmente porque se proponga seguir dentro del marco capitalista, antes aun esos límites nacen de la ausencia de una relación orgánica con el movimiento obrero como la tuvo Perón en su momento y de la ausencia casi absoluta de la construcción política.

En esa ausencia de organicidad debe entenderse el enfrentamiento con Moyano y su sector de la CGT más que en la supuesta carencia de saludos protocolares ante la muerte de seres queridos.

Sin el apoyo activo de los trabajadores y las naciones hermanas latinoamericanas activas en la acción, la debilidad frente al capital extranjero y los gobiernos de EEUU y la Unión Europea será cada vez mayor y la derrota cercana.

Sin la construcción política de real soporte militante al Movimiento Nacional la derrota será un hecho.


LOS LÍMITES DE LA CONCEPCION

Discutir los límites de una concepción o un modelo es una tarea militante, tanto como ayudar a construir la que se considere adecuada para la etapa.

Veamos en orden aquellos puntos que son considerados parte central de la idea que la Presidenta transmite en sus acciones y discursos. Siendo la conducción del Frente nacional, esta visión del kirchnerismo es la que termina guiando las acciones y las respuestas a los problemas.

Esta visión tiene límites y ellos son por orden de importancia y en virtud de acortar la discusión política:

1- Los limites de una concepción capitalista “seria”.

2- Los limites un empresariado comprometido con el país

3- Los límites de la acción del Estado en un marco jurídico legal neoliberal

CAPITALISMO SERIO

Dejemos de lado la chicana sobre la seriedad del capitalismo y centrémonos en el eje del punto que sostiene la posición del kirchnerismo.

Existe una dinámica capitalista para la reproducción de capital que necesita de la innovación y la consecuente inversión. Las empresas de tecnologías informáticas y de telecomunicaciones suelen ser mostrados como ejemplos de este comportamiento en las últimas tres décadas.

Existe asimismo una visión de la propia burguesía que genéricamente se llama “Fordismo” (por su ícono Henry Ford) y que sostiene que los empleados (la masa más genéricamente posible de NO CAPITALISTAS con capacidad de consumo que el sistema admita) deben tener salarios adecuados a los niveles de consumo que la producción capitalista exige.

Este modelo se montó en EEUU a través del crédito al que llamaremos prendario y que en los hechos ha significado que en los últimos 50 años un trabajador o empleado medio no haya sido dueño de ninguno de los bienes fundamentales con los que conto en su vida de consumidor: Auto o vivienda por ejemplo.

En el caso de Europa esta política fue más distributiva en su base por la presión política de partidos de izquierda, sindicatos y una cultura reivindicativa de derechos obreros.

Como fuera ambos modelos han llegado a su fin tal como fueron pensados y pergeñados.
No significa esto la caída inmediata de dicho modelo, pero si entender que está en su fase final y por lo tanto su propia extensión es naturalmente contrarrevolucionaria.

De modo que los modelos de consumo que son la mejor base democrática que puede ofrecer el capitalismo están no solo agotados sino considerados en desuso por las propias potencias imperiales que alguna vez lo impulsaron.

La propia lógica del capitalismo mundial hace que la maximización de ganancia pase por los movimientos financieros.

Ni siquiera por los activos financieros ya que la compra de activos en posiciones como granos, oro o petróleo es una base material pequeña en comparación con el volumen de dinero que los fondos especulativos mueven en el mundo.

Estos fondos se mueven con creatividad contable asignando valores de compra y de venta totalmente arbitrarios.

Recordemos simplemente el caso de la compra de acciones del Grupo Clarin por parte de las AFJP asignándole un valor a la acción basado en “valores de marca” y supuestos beneficios empresarios imposibles de probar.

Eso no fue una mera maniobra. ES ESE EL TIPO DE MANIOBRA en la que se basa el capitalismo financiero, cubierto por abogados y políticos corruptos y cobardes.

Significa entonces que las variantes capitalistas que se lleven a cabo no pueden hacerse basándose en el paradigma del “modelo serio”: riesgo en la investigación y la innovación, reinversión constante y mayor producción de bienes.

La historia indica que SOLO la participación del Estado garantiza inversión e innovación tecnológica, como se puede ver no solo en la historia de nuestras naciones latinoamericanas, sino en la historia de Canadá, Australia, Corea y Nueva Zelandia.

EMPRESARIADO COMPROMETIDO CON EL PAIS

La Presidenta reclama en sus discursos un compromiso a los empresarios
Tal compromiso se reclama en el pago de impuestos, en el “blanqueo” de los empleados, en la repartición de los beneficios, pero ESENCIALMENTE en la reinversión.

Este punto es quizás el de menor sustento real. No porque reclamar responsabilidad o compromiso con el país sea algo que no se puede reclamar. Desde ya que se DEBE reclamar compromiso, solo que dicho reclamo debe estar acompañado de la seguridad de que dicho pedido será desatendido.

Y esto no se debe a algún mal nativo como prontamente lo sostendrían la derecha cipaya o los progresistas liberales al estilo de Sarlo, Sebrelli y compañía.

Se debe a que no está en la lógica de un empresario el compromiso con su país, ni el compromiso que no sea con NADA QUE NO HAGA que su empresa y sus negocios asociados produzcan la mayor renta.

No puede sostenerse que para producir una mayor renta hay que ser “inteligente” y “repartir un poquito”.

Es imposible y eso se ha demostrado con los propios casos exitosos de capitalismo tardío (Corea, Canadá o Australia) que la política de inversión tecnológica, uso del conocimiento para producir riqueza y ampliación de la masa de ciudadanos que pueden consumir bienes capitalistas se produzca sin la PARTICIPACION ACTIVA DEL ESTADO, monstruo eterno del pensamiento capitalista clásico.

La distribución no se produce por admisión “inteligente” de los empresarios sino por la fuerza de los sindicatos, la acción del Estado y la actividad política de los sectores obreros, pobres y medios de la sociedad.

En cuanto a la inversión necesaria debe hacerse como lo muestra la propia experiencia de nuestro país, a través de políticas desde el Estado Nacional.

La discusión actual muestra, al observar la política de la multinacional española YPF, que las líneas estratégicas (por ejemplo la producción de energía en la que caen el petróleo y gas) solo las puede definir el Estado.

Y esa definición no puede ser meramente legislativa. Tiene que ser operativa y requiere de decisiones inmediatas sobre el control operativo de YPF.

Esta acción no solo significara que la Argentina comience a manejar su petróleo.

Más importante aun es que podrá definir cuál será su política energética en términos reales. Se quedara con la renta naturalmente creciente del precio del barril de petrolero al producir para exportación y asegurara el abastecimiento crítico para el desarrollo industrial argentino.

En resumen, el reclamo al compromiso empresario debería ser para mostrar contradicciones, enriquecer la práctica política y desenmascarar a los demócratas de fin de semanas.
Esperar que de ese reclamo, nazca el compromiso es una pérdida de objetivos.

Los límites de la acción del Estado en un marco jurídico legal neoliberal.

Tanto en la reciente discusión sobre la Ley de Tierras, como en las atinentes a la minería a cielo abierto y sus implicancias, la propia Presidenta hizo mención a “reglas de juego” y “seguridad jurídica”.

Con esto trataba de reafirmar que no hay intenciones de modificar reglas de juego propias del capitalismo, sino de, digamos asegurar el control de la Nación sobre sus recursos.

El planteo de una discusión de modo inteligente implica no mezclar el tema de discusión con otros y no utilizar bravatas que generan nuevos frentes.

Pero una discusión es una discusión y más allá de las habilidades diplomáticas, en la lucha política las mujeres y hombres que participamos de ella nos encontramos frente a una “fuerza superior” o una ley de comportamiento humano si se prefiere.

Llamémosla por simplificación la “lógica de los hechos”.

Esto significa que planteados puntos de enfrentamiento entre una Nación y otra, un sector social y otro, dicho enfrentamiento hace surgir elementos de la realidad que no fueron contemplados por las partes.

Hasta en algunos de los casos, ni siquiera deseados.

Sin embargo estaban subyacentes y el enfrentamiento los hizo aparecer, surgir y formar parte de la dinámica.

En ese sentido, la discusión de la Ley de Tierras, como la reforma de la Carta del Banco Central implican rediscusiones y desde ya cambios a las reglas de juego jurídicas.

Es la propia lógica de una discusión que no versa no sobre libertades individuales o derechos humanos sino sobre distribución, propiedad y acumulación de capital.
Establecer cualquier ley al respecto implica cambios en las reglas jurídicas. Va de suyo ya que para eso están las leyes ¡!

De modo que morigerar una discusión- lanzada por la lógica de los hechos- amparándose en la seguridad jurídica solo oculta aspectos que son esenciales de la discusión misma.

Y esta discusión es siempre sobre la propiedad final del producido.


El caso de la Ley de Tierras

Por ejemplo, ¿qué significa que el señor Ward Lay, el señor Benetton o la aseguradora AIG posean tierras argentinas?

¿Significa que ingresarán ejércitos extranjeros por ahí?

¿O que acaso lo producido por esas tierras saldrá sin pago de impuestos?

Todos sabemos que no.

Significa que un extranjero ingresa con dinero sin que eso signifique una inversión. Esto es una inversión en el sentido de aportar trabajo, tecnología, nuevos bienes, etc.

Surgen de inmediato comparaciones a lo realizado por REPSOL con YPF, por caso.

Pero no dejemos de reconocer que la Ley de Tierras es una medida en el sentido correcto.

Si esa Ley se hace para preservar la soberanía argentina sobre su territorio, lo lógico es que CUALQUIER PROPIEDAD de extranjeros en área de frontera debe ser expropiada, sin que eso implique ataque alguno al derecho de propiedad individual.

¿ O acaso los campeones de la propiedad privada como EEUU e Inglaterra admitirían territorios de su patria en manos extranjeras en zonas que consideren criticas o vulnerables a ataques de otros países?

Los límites de la legalidad

Cuando la asamblea del año XIII declara la libertad de vientres, esto es la libertad de los hijos de las esclavas pero NO DE LAS ESCLAVAS mismas, lo que hace es introducir un principio de libertad individual, en el futuro, pero preservar la propiedad privada. Ya que los esclavos eran propiedad-privada- de sus amos o propietarios.

Hoy ese pensamiento sobre los esclavos parece revulsivo e inhumano hasta para un representante del PRO.

Pero la intangibilidad de la propiedad parece ser reconocida como un bien supremo.

Aceptemos que en el marco de una economía capitalista, la propiedad privada es considerada como un bien supremo. Lo que no significa que sea intangible.

Por ejemplo, las acciones que lleva adelante el Estado por la apropiación ilegal de Papel Prensa, afectan la propiedad privada que los grupos Clarín y La Nación detentan.

El embate contra estos grupos ha llevado al kirchnerismo a encontrar los resquicios de debilidad en la supuesta fortaleza de dicho grupo. Y en los hechos le discute la propiedad misma de la empresa. Con límites excesivos en algunos temas, pero la discusión y las acciones están abiertas y en curso.

No fue que se descubrió que Papel Prensa había sido apropiado ilegalmente.

Eso ya se sabía.

Lo que se impulso es una visión política para comenzar a romper una estructura monopólica y agresiva al ejercicio democrático mismo.

Y en ese ejercicio político se encontraron los elementos que justifiquen aun en el marco de la legalidad existente las causas para una expropiación o tal como se esta produciendo en estos momentos un inicio de control del Estado sobre la empresa.

La ley que declare de Interes Publico la producción de papel para diarios es un ejemplo en ese sentido.

En resumen algunos de los principios de equilibrio que el kirchnerismo enuncia, deben ser revisados no a la luz de una ideología sino a la luz misma de los hechos.

Como y cuanto, el mantenimiento de estos principios de gobierno serán la traba para que el enunciado general de desarrollo con inclusión social se materialice los meses venideros , es algo que queda abierto.

Nuestro análisis, que es un compromiso militante, se basa en el análisis de los hechos desde la perspectiva de la construcción de un programa para el Frente Nacional Antiimperialista.

Sin ese programa el Frente, que se ha manifestado socialmente de innumerables formas desde Diciembre del 2001 a la fecha, no tendrá acción efectiva y la posibilidad de otra derrota estará golpeando las puertas.

Los Programas Históricos del Movimiento Obrero Argentino

Por Guillermo Gallo Mendoza

1. LA FALDA. El golpe del 16 de septiembre de 1955 tuvo respuestas en las movilizaciones de las bases, asambleas en fábricas, huelgas y sabotajes, mientras que los "libertadores" intervinieron a la CGT, asaltaron sindicatos, inhabilitaron miles de dirigentes y encarcelaron otros tantos.

El objetivo del golpe era la de implementar el plan Prebisch, favorable a la oligarquía y los monopolios. Se liquidó el IAPI, empresas estatales de DINIE y se derogó por decreto la Constitución de 1949. En los años 1956 y 57 la lucha por la recuperación de los gremios se centró principalmente en los sindicatos industriales.

Surgieron nuevos dirigentes, como Andrés Framini, Dante Viel, Natalini, Sebastián Borro y Atilio López, entre otros. La recuperación de sindicatos y delegaciones regionales posibilitaron la creación de la intersindical que el 12 de julio de 1957 lanzó un paro general, acatado en todo el País. La intersindical reunió a 94 gremios, de los cuales desertaron 32 (sindicalismo amarillo), dando lugar al nacimiento de las 62 Organizaciones.

En el mismo año, la dictadura convocó a Constituyente para reformar la Constitución de 1949. El Peronismo proscrito llamó a votar en blanco, siendo acatado por más de dos millones de electores.
En el marco de resistencia obrera y lucha política del Peronismo contra las proscripciones y la entrega, la CGT de Córdoba convocó a un Plenario Nacional de Delegaciones Regionales de la CGT y de las 62 Organizaciones, en la localidad de La Falta, donde aprobó un Programa de Gobierno antioligárquico y antiimperialista, algunos de cuyos puntos fueron los siguientes:

a) Comercio exterior

Control Estatal del comercio exterior sobre las bases de la forma de un monopolio Estatal

Control de los productores en las operaciones comerciales con un sentido de defensa de la renta nacional
.
Ampliación y diversificación de los mercados internacionales

Planificación de la comercialización teniendo presente nuestro desarrollo interno

Integración económica con los Pueblos hermanos de América Latina

Política de alto consumo interno; altos salarios, mayor producción para el País con sentido nacional

Desarrollo de la industria liviana adecuada a las necesidades del País

Incremento de una política económica tendiente a lograr la consolidación de la industria pesada, base de cualquier desarrollo futuro

Soluciones de fondo, con sentido nacional a los problemas económicos regionales sobre la base de integrar dichas economías a las reales necesidades del País, superando la actual división entre provincias ricas y provincias pobres
Control centralizado del crédito por parte del Estado, adecuándolo a un plan de desarrollo integral de la economía con vistas a los intereses de los trabajadores

Programa agrario, sintetizado en expropiación del latifundios y extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien la trabaja

b) Para la Justicia social

· Control obrero de la producción y distribución de la riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores:

En la elaboración y ejecución del plan económico general, a través de las organizaciones sindicales.

Participación en la dirección de las empresas privadas y públicas, asegurando, en cada caso, el sentido social de la riqueza.

Control popular de precios.

Salario mínimo, vital y móvil.

Previsión social integral.

Estabilidad absoluta de los trabajadores.

c) Para la Soberanía Política

Fortalecimiento del Estado Nacional Popular, tendiente a lograr la destrucción de los sectores oligárquicos antinacionales y sus aliados extranjeros, y teniendo presente que la clase trabajadora es la única fuerza Argentina que representa en sus intereses los anhelos del País mismo.

Dirección de la acción hacia un entendimiento integral con las naciones hermanas latinoamericanas.

Acción política que reemplace las divisiones artificiales internas, basadas en el federalismo liberal y falso.

Solidaridad de la clase trabajadora con las luchas de liberación nacional de los pueblos oprimidos.

Política internacional independiente.


2. HUERTA GRANDE. La gran presión popular y la agudización de la crisis obligaron a la oligarquía a dar por finalizada la etapa encabezada por los dictadores Aramburu - Rojas, convocando a elecciones generales con la participación sólo de los partidos "democráticos" y la absoluta proscripción del Peronismo a cuyos adherentes les quedaba sólo la posibilidad de votar en blanco u optar por el mal menor respecto a los partidos "democráticos".

El razonamiento de la oligarquía consistía en que el Movimiento Peronista se iría disgregando, lo que daría oportunidad, a los otros partidos, de conseguir el apoyo de dirigentes gremiales a través de persuasión, presión, dádivas y corrupción. Esta política fue seguida por Frondizi - Frigerio, dando lugar al surgimiento de la tendencia "integracionista" en el sindicalismo, encabezada por Eleuterio Cardozo. Luego sería Vandor quién más se adaptaría al nuevo escenario político.

Así, en 1958 los votos Peronistas se dividieron entre los emitidos en blanco y los que apoyaron a Frondizi, debido al compromiso de éste de devolver la CGT y sancionar una ley de asociaciones profesionales que respetara la estructura y principios del sindicalismo nacional, entre otras promesas que fueron rápidamente incumplidas.

Así, ya en enero de 1959 debió enfrentarse a una huelga general de solidaridad con los obreros del frigorífico municipal Lisandro de la Torre (que se oponían a la privatización), lanzada por las 62 Organizaciones. Frondizi respondió poniendo en marcha el tristemente célebre Plan CONINTES que desató una represión masiva contra los Trabajadores, dando inicio a una etapa de violenta lucha contra la represión y el régimen pro-imperialista.

La defensa de la Soberanía Nacional y la reconquista de la CGT constituyeron las grandes banderas del movimiento obrero que alcanzó en marco de 1961 la devolución de su central sindical.
En lo político, en el año 1962 el Movimiento Peronista se preparó para enfrentar al régimen dentro de sus propias leyes y armas, librando la batalla electoral para elegir gobernadores y legisladores provinciales. Como resultado de ello, el 18 de marzo, no obstante la defección de dirigentes sindicales como Vandor (Metalúrgico) y de políticos como Iturbe, el Peronismo consiguió un aplastante triunfo en la provincia de Buenos Aires, llevando como candidatos a trabajadores como Andrés Framini (textiles), a Gobernador, Sebastián Borro (Frigorífico Nacional), Jorge Di Pascuale (Farmacia), Roberto García (Caucho) y Eustaquio Tolosa (Portuarios) a diputados nacionales, entre otros. Los "democráticos" respondieron anulando el resultado que expresaba en las urnas la voluntad popular.

Sobreviene el derrocamiento de Frondizi por los militares, poniendo en su lugar al Presidente del Senado, el Dr. Guido, ya que aquellos no se decidían a tomar directamente el gobierno.

Se realiza en Huerta Grande (Córdoba) un Plenario Nacional de las 62 Organizaciones, aprobando un Programa que implicó una profundización de los contenidos antioligárquicos del Peronismo, expresados en un discurso de Andrés Framini.

El mencionado Programa expresaba la voluntad y decisión de:

1. Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario Estatal y centralizado
2. Implantar el control Estatal sobre el comercio exterior
3. Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderúrgica, electricidad, petróleo y frigoríficos
4. Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales
5. Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del Pueblo
6. Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción
7. Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación
8. Implantar el control obrero sobre la producción
9. Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales
10. Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.

3. EL PROGRAMA DE LA CGT DE LOS ARGENTINOS. Este Programa constituyó uno de los resultados de la lucha contra la dominación oligárquico-imperialista y fue elaborado en los tiempos de la "dictadura de los monopolios", como se denominó a la mal llamada "revolución argentina" que encabezó Onganía a partir del golpe del 28 de junio de 1966. En estos tiempos se acentúo el proceso de dependencia ocasionando una brutal etapa de reajuste económico como instrumento que garantizaba la profundización de la política de concentración monopólica. Las economías regionales virtualmente quebradas, los cierres de ingenios azucareros, la crisis de las PYME fueron algunas de las consecuencias de la política económica conducida por Adalbert Krieger Vasena.

Para eliminar oposición a la implementación de su programa, la dictadura disolvió los partidos políticos, eliminó las legislaturas, intervino las organizaciones gremiales y reprimió violentamente la protesta social, cobrando sus primeras víctimas en Córdoba (Santiago Pampillón) y Tucumán (Hilda Guerrero de Molina).

En los últimos meses del año 1967, con el retiro de la personería gremial a varias organizaciones sindicales (portuarios, textiles, ferroviarios, telefónicos) y la amenaza de la creciente desocupación, se posibilita el desarrollo de una intensa gestión negociadora con la dictadura, gestión que es encabezada por la burocracia sindical "vandorista", pero también por los "participacionistas" que encabezaban Rogelio Coria (UOCRA), Armando March (Comercio) y Loholaberry (Textiles); mientras otros dirigentes y sus sindicatos continuaban con una oposición inflexible al gobierno, conducidos por Peronistas combativos como Amado Olmos (Sanidad) y Raimundo Ongaro (Gráficos), además de nucleamientos independientes.

Al aproximarse la fecha de la reunión del Congreso Normalizador de la CGT, en marzo de 1968, se manifiestan dos posiciones: a) los que buscaban el reconocimiento del gobierno y no admitían la participación de los sindicatos intervenidos por su luchas reivindicativa, y b) los que sostenían que, como la reunión era soberana, no debía ser tenida en cuenta la opinión oficial y se debía permitir el acceso de los sindicatos privados a su personería gremial.

No obstante la oposición realizada por los seguidores de Vandor (UOM) y Alonso (Vestido), así como por el Secretario de Trabajo Rubens San Sebastián, se reunió el Congreso denominado "Amado Olmos", que designó un nuevo Consejo Directivo encabezado por Raimundo Ongaro (Gráficos), secundado por Julio Guillán (FOETRA) y Ricardo De Luca (Navales), dando origen a la "CGT de los Argentinos".

En respuesta a ello, Vandor, Alonso y Pomares (Bancarios) convocaron a un Congreso paralelo instando a la participación con el gobierno.

El 1º de mayo de 1968 la CGT de los Argentinos dio a conocer el Programa que se inserta a continuación:

"Los trabajadores de nuestra Patria, compenetrados del mensaje evangélico de que los bienes no son propiedad de los hombres sino que los hombres deben administrarlos para que satisfagan las necesidades comunes, proclamamos la necesidad de remover a fondo aquellas estructuras.

Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de la clase obrera Argentina, a saber:
La propiedad sólo debe existir en función social.

Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio nacional, tenemos derecho a intervenir no solo en la producción sino también en la administración de las empresas y en la distribución de los bienes.

Los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.

Los compromisos financieros firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos.

Los monopolios que arruinan nuestra industria y que durante largos años nos han estado despojando, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie.

Sólo una profunda reforma agraria, con las expropiaciones que ella requiera, puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quien la trabaja.

Los hijos de obreros tienen los mismos derechos a todos los niveles de la educación de que hoy gozan solamente los miembros de las clases privilegiadas".

El Programa fue acompañado con un mensaje que, en síntesis, expresó lo siguiente:
Durante años nos exigieron sacrificios. Nos aconsejaron ser austeros. Lo fuimos hasta el hambre. Nos pidieron aguantar un invierno. Aguantamos diez.

Un millón y medio de desocupados y subempleados es la consecuencia de la política económica de este gobierno elegido por nadie. La clase obrera vive su hora más amarga. Convenios suprimidos, derecho de huelga anulado, gremios intervenidos, conquistas pisoteadas, personerías suspendidas, salarios congelados.

La mortalidad infantil es cuatro veces mayor que en los países desarrollados y veinte veces mayor en áreas de Jujuy; más de la mitad de la población está parasitada por la Anquilostomiasis en el Litoral Norteño; 40 % de los chicos de Neuquen padecen de bocio; la tuberculosis y el Mal de Chagas causan estragos en numerosas provincias; la deserción escolar en el ciclo primario alcanza al 60%; las puertas de los colegios secundarios están entornadas para los hijos de los trabajadores y definitivamente clausuradas las de la Universidad. La década infame de los años 30 resucita en todo el País con su cortejo de miseria y de ollas populares.

A los desalojos rurales se suma ahora la reaccionaria ley de alquileres, que coloca a decenas de miles de comerciantes y pequeños industriales en situación de desalojo, cese de negocios y aniquilamiento del trabajo de muchos años.

No queda ciudad en la República sin numerosas villas miserias, donde el consumo de agua potable y energía eléctrica es comparable al de las regiones interiores del África. Un millón de personas se apiñan alrededor de Buenos Aires en condiciones infrahumanas, sometidas a un tratamiento de ghetto, y las razzias nocturnas nunca afectan las zonas residenciales donde algunos "correctos" funcionarios ultiman la venta del país y jueces "impecables" exigen coimas millonarias.

Si un destino de grandeza, si la defensa de la patria, si la definitiva liquidación de las estructuras explotadoras fuesen la recompensa inmediata o lejana de nuestros males, ¿qué duda cabe de que los aceptaríamos en silencio?.

Durante el año 1967 se ha completado prácticamente la entrega del patrimonio económico del País a los grandes monopolios norteamericanos y europeos. La empresa que en 1965 alcanzó la cifra más alta de ventas en el país, en 1968 dejó de ser Argentina. Viejas actividades nacionales, como la manufactura de cigarrillos, pasaron en bloque a intereses extranjeros.

El método que posibilitó este escandaloso despojo no puede ser más simple. El gobierno, elegido por nadie, rebajó los aranceles de importación, los monopolios aplicaron la ley de la selva, el "dumping", los fabricantes nacionales se hundieron.

Esos mismos monopolios, sirviéndose de bancos extranjeros, ejecutaron luego a los deudores. Este es el verdadero rostro de la libre empresa, de la libre entrega. Este poder de los monopolios que con una mano aniquila a la empresa privada nacional, con la otra amenaza a las empresas del Estado donde la racionalización no es más que el prólogo de la entrega, y anuda los últimos lazos de la dependencia financiera.

Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros Derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar, en el punto donde otros las dejaron, las viejas banderas de la lucha.

[De. "NOTAS RESPECTO A LA PARTE DE UNA HISTORIA MUY PARCIALMENTE DIFUNDIDA", 1991]
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